
Cardiopatía congénita hace referencia a problemas con la estructura y funcionamiento del corazón debido a un desarrollo anormal de este antes del nacimiento. Uno de cada cien recién nacidos presenta alguna de estas patologías. En Argentina, cada año, nacen 7.000 niños y niñas con esta malformación, siendo la principal causa de muerte en menores de 1 año. Sin embargo, el 95% puede solucionarse con diagnóstico y tratamiento oportuno.
No se sabe a ciencia cierta por qué el corazón de algunos bebés se desarrolla de manera anormal pero se cree que podría deberse a factores genéticos y medioambientales. En el primer caso, podemos nombrar al Síndrome de Down y al Síndrome de Turner; y en el caso del medio ambiente, diferentes tipos de infecciones virales como también el consumo de alcohol y/o cocaína e incluso una diabetes descompensada pueden contribuir a la génesis de estas malformaciones.
La mayoría de los defectos cardíacos congénitos se pueden detectar mediante las ecografías durante el embarazo o también luego del nacimiento del bebé. Alrededor de la mitad de los casos requiere cirugía en el primer año de vida, y 2 de cada 3 casos son solucionables con diagnóstico oportuno y tratamiento.
En Argentina existe el Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas (PNCC), el cual garantiza la resolución quirúrgica a todos los niños y niñas del país con diagnóstico de cardiopatía congénita que no tienen obra social. Este tiene como objetivo principal disminuir la tasa de mortalidad infantil mediante la mejora del diagnóstico prenatal y postnatal, estabilización correcta en las unidades de terapia intensiva neonatal, una derivación oportuna y segura a los centros de referencia, y llevar un Registro Nacional de Cardiopatías Congénitas (RNCC).
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