
En este día se busca crear conciencia sobre una enfermedad grave que afecta las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.
La meningitis es la inflamación de las meninges. Esta puede tener una causa bacteriana, viral, parasitaria o micótica, aunque también puede aparecer por causas no infecciosas como reacciones químicas, alergias a medicamentos, algunos tipos de cáncer y enfermedades inflamatorias como la sarcoidosis. En el peor de los casos puede poner en riesgo la vida, necesitando tratamiento de emergencia.
Los signos y síntomas iniciales pueden ser similares a los de la gripe, manifestándose durante varias horas o días. Entre ellos podemos nombrar: fiebre alta repentina, rigidez en el cuello, intenso dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos, convulsiones, sensibilidad a la luz, falta de apetito o sed, entre otros.
El diagnóstico se realiza en función de la historia clínica, un examen físico, análisis bioquímicos y exámenes imagenológicos, como ser hemocultivos, tomografía computarizada o resonancia magnética, y punción lumbar para extraer el líquido cefalorraquídeo y ayudar a identificar la causa.
El tratamiento depende del tipo de meningitis. La meningitis bacteriana aguda debe tratarse de inmediato con antibióticos intravenosos y, a veces, con corticoesteroides. En el caso de la meningitis viral, el tratamiento de los casos leves suele consistir en reposo, abundante líquido y analgésicos para reducir la fiebre y aliviar el dolor generalizado; el médico puede recetar corticoesteroides y un medicamento anticonvulsivo. Para tratar la meningitis micótica se usan medicamentos antifúngicos. En caso de que la causa no se puede determinar con precisión, se puede iniciar el tratamiento antiviral y antibiótico mientras se encuentra el origen de la inflamación.
La meningitis no infecciosa debida a una reacción alérgica o a una enfermedad autoinmune puede tratarse con corticosteroides. En algunos casos, es posible que no se necesite ningún tratamiento porque la enfermedad puede resolverse por sí sola. La meningitis asociada al cáncer requiere un tratamiento para el cáncer en cuestión.
Las complicaciones pueden ser graves. Cuanto más tiempo pase sin tratamiento, mayor es el riesgo de sufrir convulsiones y daños neurológicos permanentes.
La meningitis se puede prevenir mediante el lavado de manos, cubrirse la boca al toser o estornudar, y por supuesto, vacunándose.
<< La vacunación es el mejor método de prevención. >>